Ninguna profesión ha pasado por tanta transformación en los últimos 50 años como la profesión contable. Pasar de los libros de papel y lápices a los modernos programas de contabilidad ha tenido un profundo impacto en la forma en que se lleva a cabo el trabajo. La contabilidad está ahora en la cúspide de otra revolución tecnológica que será aún más profunda. De hecho, es quizás el mayor cambio que la profesión ha visto desde la invención de la contabilidad de doble entrada.
Si Contabilidad 2.0 fue el uso de computadoras para manipular datos financieros, entonces Contabilidad 3.0 será la introducción de la Inteligencia Artificial para decidir cómo se usan mejor esos datos y cómo se puede extraer la montaña de datos que se ha producido para crear una mayor comprensión del negocio. El 30% de los directores financieros encuestados dijeron que tienen la intención de implementar la inteligencia artificial en las funciones de contabilidad. Las áreas comunes ya identificadas para la implementación de la IA incluyen cuentas por pagar, cuentas por cobrar, conciliaciones y rutinas de cierre de períodos.

Las computadoras son mucho mejores que los humanos en tareas aburridas como la extracción, organización y estructuración de los datos antes del análisis y la auditoría. Ahora con la IA puedes automatizar esas computadoras para buscar anomalías en los datos que sacarán a la luz problemas invisibles que una auditoría humana puede haber pasado por alto. Las máquinas pueden ejecutar miles de permutaciones en cuestión de segundos y ahora a través del aprendizaje de la máquina, esa máquina puede ser más inteligente al mismo tiempo.
Esto no quiere decir que los contadores serán reemplazados por las computadoras. Las empresas de contabilidad que han comenzado a aplicar la inteligencia artificial en su práctica han visto un aumento de la eficiencia en sus procesos contables y han podido completar las tareas con menos personal, pero estas personas no han sido despedidas. En cambio, han sido transferidos a trabajar en otras áreas donde los humanos todavía tienen una clara ventaja sobre las máquinas. La IA ya ha tenido un impacto considerable en la auditoría y ahora está afectando a otras áreas de la práctica contable. Se espera que para el año 2020 muchas funciones como los impuestos, los servicios de nómina, las auditorías y la banca estén completamente automatizadas mediante el uso de la IA. A medida que estas máquinas continúen ampliando sus capacidades habrá más áreas en las que sustituirán la mano de obra humana.
Entonces, ¿cómo te mantienes al frente de este cambio tecnológico? El contador del futuro será hábil en agregar mayor valor en lugar de sólo la habilidad de entender las cifras contables. Desempeñará un papel mucho más importante como asesor de sus clientes comerciales.
Estarán capacitados para ayudar a sus clientes a automatizar los procesos de contabilidad y capacitados para utilizar la inteligencia artificial para encontrar mejores formas de que sus clientes manejen sus negocios. En lugar de hacer que los contables sean redundantes, la IA promete hacer el trabajo más interesante con el aburrido cálculo de números que se entrega a las máquinas, dejando más tiempo para la creatividad de los humanos.
La IA debe ser vista como una herramienta y no como una amenaza, te liberará de muchas tareas mundanas y te permitirá pasar más tiempo interactuando con tus clientes y trabajando con ellos para encontrar maneras de resolver sus problemas de negocios.