El multimillonario H. Ty Warner, el fundador a los sesenta y nueve años de la franquicia Beanie Baby, podría haber sido enviado a una prisión federal durante cinco años por evasión de impuestos. En su lugar, un juez de la Corte de Distrito de Chicago trató al magnate de los juguetes con guantes de seda.
El 14 de enero, Warner recibió una sentencia relativamente leve de dos años de libertad condicional y 500 horas de servicio comunitario.
Warner está entre las docenas de delincuentes fiscales que han sido señalados por los fiscales federales por esconder activos en cuentas en el extranjero. Justo el año pasado, el mismo tribunal de distrito condenó a Peter Troost, dueño de un negocio de monumentos en el cementerio, a un año y un día de prisión después de admitir haber evadido impuestos en más de 3,3 millones de dólares de ingresos. Warner, quien según Forbes tiene un patrimonio neto estimado en alrededor de 2,6 mil millones de dólares, supuestamente evadió impuestos sobre casi 25 millones de dólares, o casi ocho veces más que Troost.
Después de un meteórico ascenso en la industria de los juguetes de felpa, Warner abrió una cuenta en UBS en 1996 y posteriormente transfirió 93,6 millones de dólares a un banco suizo. Presentó declaraciones de impuestos falsas y no presentó el requerido Informe de Cuentas Bancarias y Financieras Extranjeras (FBAR).
La ligera sentencia fue dictada por el juez Charles Kocoras, quien dijo sobre Warner, â??La sociedad será mejor servida permitiéndole continuar sus buenas obras.â»
El creador de Beanie Baby, según se informa, ha donado 140 millones de dólares en efectivo y juguetes a varias organizaciones benéficas. Kocoras fue influenciado en parte por más de setenta cartas enviadas en apoyo a Warner. En particular, citó una factura médica de 20.000 dólares que Warner pagó por un extraño en diálisis renal y los 20 millones de dólares que donó de las ganancias de las ventas de un juguete conmemorativo de la Princesa Diana tras su muerte.
â??Los actos privados de bondad, benevolencia y generosidad de Warner son abrumadoresâ?, concluyó el juez.
En el ámbito civil, Warner ya ha pagado una multa de 53 millones de dólares por no haber presentado los FBAR, así como por haber presentado las declaraciones de impuestos enmendadas para el período de once años comprendido entre 1999 y 2008. También ha pagado impuestos e intereses por un total de 16 millones de dólares.
La fiscal auxiliar Michelle Petersen había presionado para que Warner fuera a prisión, citando la sentencia impuesta a Troost, cuya responsabilidad fiscal impagada era sólo una quinta parte de la de Warner.
En los documentos del tribunal, los fiscales dijeron que una mera libertad condicional â? «que fomentarÃa la percepción pública de que un acusado de medios puede evitar un castigo mayor simplemente extendiendo un gran chequeâ?» podrÃa llevar a los posibles evasores â? «a creer que si no declaran sus ingresos, pueden simplemente pagar una multa y el impuesto adeudadoâ?»
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Por su parte, Warner se mostró contrito en su aparición en la corte.
Nunca me di cuenta de que el mayor error de mi vida me costaría el respeto de los más cercanos a mí», dijo el multimillonario. Lo siento mucho.
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