Por Cristina Camara
En lo que se considera el mayor enjuiciamiento por fraude fiscal de la historia, un abogado de Chicago se ha declarado culpable de ayudar a clientes ricos a evadir millones de dólares en impuestos.
Donna Guerin, ex socia del ya desaparecido bufete Jenkens & Gilchrist, será condenada el 11 de enero de 2013, fecha en la que podría recibir hasta diez años de prisión por conspiración para defraudar a los Estados Unidos y evasión fiscal. Su papel en el esquema era redactar cartas de opinión falsas relacionadas con refugios fiscales ilegales, que produjeron más de 6.000 millones de dólares en pérdidas fiscales falsas que los clientes podían utilizar para reducir sus obligaciones fiscales en decenas de millones de dólares.
«Sabía en mi corazón entonces, y reconozco a su señoría hoy, que muchos de nuestros clientes sólo estaban interesados en reducir las obligaciones fiscales», dijo Guerin al Juez de la Corte de Distrito de EE.UU. William H. Pauley III, según The Wall Street Journal . Dijo que llegó a entender «con el tiempo» que lo que estaba haciendo era ilegal.
«Con su alegato de hoy, continuamos el proceso de pedir cuentas a un grupo de profesionales que utilizaron su formación y experiencia para facilitar un fraude cuya magnitud no puede ser exagerada», dijo el Fiscal de los Estados Unidos, Preet Bharara, en un comunicado.
Como parte del acuerdo, Guerin aceptó renunciar a 1,6 millones de dólares y vender su casa en Elmhurst, Illinois, para cumplir con la sentencia, según informó el Chicago Tribune.
Guerin cambió su alegato del primer juicio en junio cuando fue condenada, pero la mala conducta del jurado hizo que se le concediera un nuevo juicio. Un jurado, al que Pauley llamó «un mentiroso patológico», inventó información sobre sus antecedentes, su dirección y afirmó que «la mayoría de los abogados» eran «criminales de carrera», informó Forbes . Otros dos acusados, Paul Daugerdas y Denis Field, también fueron sometidos a nuevos juicios. Ambos se declararon no culpables y está previsto que vuelvan a ser juzgados en abril de 2013. El juicio de once semanas de duración en 2011 incluyó cuarenta y un testigos y 1.300 pruebas en la causa, que abarcaba la mala conducta de 1994 a 2004.