
Uno de estos servicios es el dedicado a hardware, software y seguridad informática.
¿Para qué vas a invertir millones en comprar un enorme servidor de datos, que en unos años se va a quedar obsoleto? ¿Para qué vas a hacer una aplicación informática con un horizonte de 10 años, cuando en un par de años la tecnología habrá cambiado completamente? ¿Para qué vas a contratar ingenieros en seguridad informática si por menos dinero puedes dejar este asunto en manos de una empresa especializada?
Las aplicaciones en la nube solucionan todos estos problemas. Ofrecen escalabilidad en cuanto al hardware, utilizando en cada momento los recursos que necesita la empresa, con rápidos ajustes a sus necesidades. Las aplicaciones están ya semi confeccionadas y se adaptan específicamente a las necesidades de cada empresa.
Al final la empresa solo paga por los MB que tiene de datos, por los puestos de trabajo que necesita para sus empleados y por los módulos de aplicación que realmente necesita (gestión, facturación, contabilidad, crm, etc).