El voluntariado es siempre una actividad que vale la pena y que utiliza el tiempo, independientemente de si se trabaja en la profesión de contador público o en otro campo.
Retribuir a nuestras comunidades locales y contribuir con nuestro tiempo y nuestras habilidades es una gran manera de ayudarnos a sentirnos más satisfechos como profesionales e individuos.
Los contadores públicos y otros profesionales de la contabilidad, tanto si trabajan en la industria como en la práctica pública, poseen una variedad de conocimientos que son valorados por el mercado.
La capacidad de analizar cuantitativamente y comunicar información, comunicarse con las partes interesadas y ayudar a la administración a tomar decisiones estratégicas es competencia de los profesionales de la contabilidad. La formación y la educación técnica, reforzadas por la educación continua y los créditos, constituyen la piedra angular de la profesión contable.
Existen numerosas oportunidades para que los contadores públicos, que pueden aprovechar sus conocimientos y competencias actuales, se ofrezcan como voluntarios y contribuyan de manera que añadan directamente valor a su cartera profesional.
Esto es algo de lo que sé un poco por experiencia propia, y estoy feliz de compartirlo con ustedes.
Veamos dos ejemplos de cómo el voluntariado puede ser personalmente satisfactorio y conducir al desarrollo profesional.
Muchos idiomas, un mundo
En los últimos cuatro años, el programa Impacto Académico de las Naciones Unidas (UNAI), en colaboración con los Servicios Educativos ELS, ha patrocinado el programa Muchos Idiomas, Un Mundo (MLOW).
El núcleo de este programa busca reunir a los participantes, seleccionados a través de un riguroso proceso competitivo, para compartir ideas, culturas, y hacerlo en los seis idiomas oficiales de las Naciones Unidas.
Este año, tras darme cuenta de que la presentación se centraba en un área de mi experiencia personal, la sostenibilidad y el desarrollo sostenible, tuve la suerte de participar en el evento de 2017, ayudando a los estudiantes a preparar sus presentaciones y acompañándolos a las Naciones Unidas.
Un evento de este tipo, en el que se combinaron los temas de la sostenibilidad, la mentalidad global y la importancia de desarrollar objetivos orientados a la acción, me proporcionó un entorno fértil para aprovechar mis habilidades de contador público de manera única.
Escuela
Como tres veces ex-alumno de la Universidad Fairleigh Dickinson, he tratado de mantener una participación activa en la escuela.
Como Contador Público Certificado, puede ser difícil imaginar cómo podemos devolver y ofrecer nuestro tiempo a la escuela, pero la realidad es que prácticamente todas las instituciones estarían encantadas de tener un profesional con orientación cuantitativa involucrado en una capacidad de voluntariado.
Buscaba una forma de devolver a la institución que me había dado tanto, y me encontré con la Junta de Gobernadores, un grupo de personas que consultan con la administración y otras partes interesadas de la universidad.
Durante el proceso de solicitud, entrevista y aprobación, se me recordaron los múltiples beneficios de mi formación en contabilidad. La capacidad de organizar, analizar y reportar información nunca pasa de moda, y me alegra decir que puedo usar estas habilidades como miembro de la Junta.
Este grupo, en colaboración con la administración superior y otros interesados de la universidad, participa activamente en el proceso de planificación estratégica de la escuela en el futuro.
Esto, creo, demuestra cómo los contadores públicos pueden aportar valor, participar en el día a día y desarrollar una cartera de compromisos profesionales a lo largo del tiempo.
Al embarcarme en mi primer año en la Junta, espero con interés los desafíos, las conversaciones y las oportunidades de desarrollo profesional, al mismo tiempo que devuelvo al asunto de mi alma.
Tomando ese primer paso
Los contadores públicos pueden enfrentarse a diversos obstáculos al tratar de prestar un servicio de máxima calidad a los clientes y, al mismo tiempo, desarrollar una cartera profesional o actividades de voluntariado y de servicio.
Si bien esto puede representar un desafío, no significa que deba ignorarse o que no se considere una oportunidad de desarrollo profesional.
En un entorno empresarial que se centra cada vez más en la capacidad de los profesionales de los negocios y la gestión para tomar decisiones de manera rápida, el voluntariado y la participación en una variedad de organizaciones puede añadir un factor diferenciador único a su cartera.
El voluntariado, la participación en diferentes actividades profesionales y el compromiso con su comunidad empresarial local pueden abrir la puerta a nuevas oportunidades que ni siquiera sabía que existían.
Ser proactivo, dar ese primer paso e involucrarse en actividades que pueden ir más allá de su tradicional timón son sólo algunas de las formas en que puede desarrollarse y añadir valor a su cartera profesional.
Si me preguntas, eso suena como un buen trato, y algo que todo CPA debería explorar.