
Reflexión y prudencia: Estos dos aspectos todo inversor debería tenerlos en cuenta. Sea precavido e infórmese sobre las características, oportunidades y condiciones del inmueble en el cual usted pondrá su dinero. Nunca está de más consultar con noticias recientes, estudios del perfil, consulta con expertos y hablar directamente con los creadores del inmueble.
Invierta sobre los planos: en vez de comprar un inmueble ya construido puede llegar a considerar a invertir sobre los planos. Aunque los tiempos de cocción para ver el dinero venir sea mucho más altos, puede llegar a ser mucho más económico hacerlo sobre un plano que sobre una construcción ya realizada. En definitiva, será una inversión inmobiliaria que al estar finalizada le brindará los mismos frutos con una menor inversión.
Perfil de inversor: ahorrador, arriesgado o cauteloso. Averigüe qué tipo de inversor es usted, de ser ahorrador es usted una persona que prefiere irse por lo seguro que por lo útil. De ser arriesgado, mucho ojo con los riesgos grandes que pueden generar pérdidas importantes. Y de ser cauteloso, sigue siendo arriesgado, pero con suficiente mente como para evaluar los peligros.
Ubicación, tiempo y el tipo de inmueble: Estas son las tres aristas más importantes al momento de hacer una inversión inmobiliaria. La ubicación determinará qué flujo de potenciales clientes pueden alquilar o generarle algún otro tipo de ingreso en una zona determinada. Para ponerlo manera más clara, no es lo mismo poner un estacionamiento en una montaña que en medio de una zona comercial. Con respecto al tiempo, recuerde el tema de los planos, si bien puede tardar mucho la construcción de un inmueble el costo será mucho menor y la ganancia podrán ser de igual manera que un inmueble ya construido, el cual también puede generar ingresos, pero un tiempo mucho menor. Con respecto al tipo de inmueble tenemos muchos por enumerar, pero lo recomendable es algo que no requiera de tanta atención y mano de obra, como por ejemplo los estacionamientos u hoteles pequeños.