Esta es la conclusión a la que llega un estudio publicado esta semana en el Journal of the American Medical Association y que muestra que, en aquellos niños donde haya una predisposición especial a padecer este tipo de diabetes, por una predisposición genética por ejemplo, una dieta rica en ácidos grasos omega-3 podría ayudar a disminuir el riesgo de que finalmente se sdesarrollara la enfermedad.
El estudio fue realizado por la Universidad de Colorado, y aunque probablemente muchos de nosotros nos alegremos por la noticia tenemos que tener en cuenta que se trata de un estudio preliminar, ya que es el primer estudio realizado de estas características en el que se encuentra una relación entre la disminución del riesgo y los omega-3. Sin embargo nos ha parecido importante publicarlo en cita previa porque la noticia puede dar esperanza a muchas familias donde la diabetes tipo I es una condición habitual.

De momento te podemos contar que el estudio se realizó en 1770 niños a los que se había etiquetado con un riesgo alto de padecer diabetes tipo I a la edad de 6 años, para lo que se les hizo un examen extenso de sangre en el que se estudiaron los anticuerpos contra la insulina y otras moléculas.
De esos 1770 niños, sólo 58 desarrollaron diabetes, lo que según sus cálculos significaría que tomar una dieta con alto contenido en omega-3 podría reducir el riesgo total de padecer diabetes tipo I en un 55%.