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Las imágenes marcan la diferencia

Como diría el refrán: «una imagen vale más que mil palabras». Afortunadamente, cada vez son más las empresas que deciden dar un paso hacia delante y crear una página web con la que mostrarse ante el mundo. Sin embargo, hay un detalle que muchas pasan por alto y que es crucial para conseguir llegar con éxito a nuestros clientes: las imágenes marcan la diferencia. La elección de buenas fotografías que mostrar en nuestra web es importantísimo si queremos dar una buena imagen en ese escaparate a la vista de todo el mundo llamado página web.

Aunque son muchos los motivos que justifican la elección de buenas fotografías en nuestra web corporativa, hay uno en concreto que prevalece sobre los demás: las imágenes ayudan al consumidor a tomar la decisión de compra. ¿Reservarías en un hotel sin ver antes como son sus habitaciones? Pues esto es extensible al resto de los negocios. Hay que cautivar el sentido de la vista de nuestros clientes si queremos que estos se sientan agustos visitándonos y compren nuestros productos.

Las imágenes marcan la diferencia
Las imágenes marcan la diferencia

Podemos aprovechar las imágenes para mostrar a los visistantes nuestras instalaciones, espacios bien cuidados, productos bien exibidos y, por qué no, podemos ponerle cara a las personas que están detrás de nuestra organización. Para ello debemos utilizar imáges de buena calidad y descartar fotografías que digan poco de nosotros. No es necesario que seamos expertos fotógrafos. Hoy en día cualquier cámara sencilla o un smartphone pueden ayudarnos a conseguir la fotografía perfecta con la que convencer a nuestros clientes.

Las fotografías venden sensaciones y son un preludio de la experiencia real. Es crucial intentar transmitir a través de las imágenes la sensación que queremos que nuestros clientes perciban de nuestra empresa. Además, estas también sirven para evitar sorpresas, por lo que debemos intentar que estas aporten toda la información posible sobre nuestros productos y sobre nuestra organización.

En definitiva, las imágenes son el espejo de nuestra alma y debemos cuidarlas hasta el último detalle si no queremos transmitir una mala sensación a nuestros clientes. Con ellas debemos captar hasta el último detalle de nuestro negocio y mostrárselo al consumidor tal y como es. No debemos olvidar que los consumidores comen por los ojos. ¿Por qué no mostrarles lo mejor de nosotros mismos?