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La solución al «necesito dinero urgente»

Hoy nos vamos a poner en la piel de una familia que vive de forma acomodada, financieramente hablando. En casa se reciben dos nóminas mileuristas, lo más habitual en este país, que se destinan principalmente al pago del préstamo hipotecario de la vivienda y el préstamo personal del nuevo SUV que han estrenado hace aproximadamente 6 meses. Con sus ingresos todavía les da para salir a cenar fuera algún fin de semana e irse una semana de vacaciones en verano a la playa.

Un día al salir del dentista, uno de ellos llama a su pareja: «Necesito dinero urgente. Acabo de salir del dentista, por los problemas que llevo sufriendo las últimas semanas, y tengo que realizar un tratamiento urgente que cuesta 3.500 euros«. ¿A qué familia no le ha pasado esto alguna vez? Un problema de salud, una avería del coche, la matrícula de la universidad de los hijos…

La solución al «necesito dinero urgente»
La solución al «necesito dinero urgente»
La solución al "necesito dinero urgente"
La solución al «necesito dinero urgente»

La solución que la familia adopta para este imprevisto está clara. Recurre a un préstamo rápido, en la primera financiera que encuentran por internet, con unas condiciones y un tipo de interés altísimo. El problema, por el momento, ha quedado resuelto.

Tras este susto, y viendo que en cualquier momento puede volver a sucederles lo mismo, la familia decide que quiere empezar a ahorrar algo de dinero para imprevistos. El método que deciden utilizar para ahorrar es comenzar a utilizar varias tarjetas de crédito revolving que disponen de varios establecimientos. Al principio su estrategia parece que funciona. Al pagar las compras de forma aplazada, los gastos mensuales que llegan a la cuenta son menores, por lo que les da una falsa sensación de ahorro, al quedar más dinero disponible cada mes en su cuenta.

Esta falsa sensación de ahorro o de mayor capacidad económica con el uso de las tarjetas de pago aplazado, hace que comiencen a darse algunos caprichos, como un viaje al caribe, unas reformas en casa y la renovación de la TV de última generación; incluso financiando también a plazos parte del importe de estas compras.

Cuando un año más tarde la familia se sienta y empieza a analizar su situación financiera descubren que es insostenible. La familia sigue ganando 2.000 euros al mes por su trabajo, pero los gastos mensuales son de 3.500 euros. ¿Cómo han llegado hasta este punto? Al pago de la hipoteca y del préstamo del coche inicial hay que sumarle el préstamo para el dentista, el pago mensual de 3 tarjetas revolving, que además tienen dispuestas al 100% y de las que ya no pueden disponer ni un céntimo, y un par de préstamos adicionales de financieras que han utilizado para sus últimos caprichos.

Completamente asustados por su situación comentan el tema con su cuñado, economista y asesor financiero y les ofrece una solución, la única que parece poder solucionar su situación: reunificar deudas. Mediante la refinanciación de deudas, se consigue aplazar a más largo plazo la cantidad de deudas a corto plazo que está asfixiando actualmente a la familia, y rebajar así notablemente el pago de las cuotas mensuales.

Tras consultar con su banco, consiguen ampliar el importe y el plazo de su préstamo hipotecario, cancelando el resto de deudas y quedando únicamente con un pago mensual, que pueden afrontar perfectamente con sus ingresos de nómina.

Para acabar tenemos que recordar el consejo que el cuñado les dio tras conseguir solucionar el problema: «destruir todas las tarjetas de crédito y no volváis a caer en la tentación del crédito fácil, porque sino volverán a sufrir de nuevo el mismo problema«.