En los últimos 40 años, el mundo ha experimentado un gran aumento de la demanda de contadores forenses, los profesionales que esencialmente previenen o rastrean las actividades fraudulentas.
Son tanto contables como investigadores. Algunos incluso se refieren a ellos como «sabuesos», un guiño a sus excelentes habilidades de rastreo. Básicamente, hay mucho más en el trabajo de un contador forense de lo que se ve a simple vista, y sus habilidades los hacen muy necesarios a la luz del estado actual de la economía.

Para describir mejor las razones de la continua demanda, veamos primero lo que significa realmente ser un contador forense.
Definir la profesión no es una hazaña insignificante. Aunque se trata de un área especializada de la contabilidad, es extremadamente multidisciplinar. En resumen, en caso de fraude, los contables descubren qué ocurrió, cómo ocurrió, quién es el culpable y qué se puede hacer para arreglar el daño.
Además, si una empresa es lo suficientemente sabia, sus contadores forenses están ahí para prevenir las catástrofes por completo. Un profesional dirige una inspección tradicional de las transacciones sospechosas, hace predicciones y estimaciones y sugiere soluciones. Obviamente, un empleado de este tipo sería considerado un activo inestimable en cualquier empresa.
Como ya se ha mencionado, hay una demanda creciente de estos expertos, no sólo por sus aptitudes altamente deseables, sino también por la situación actual del mercado.
Por ejemplo, Gran Bretaña necesita profesionales, ya que el gobierno ha estado asignando muchos recursos a los casos de blanqueo de dinero. Además, los contadores forenses siempre están muy solicitados a nivel internacional, especialmente cuando se trata de dañar el medio ambiente. Se sabe que los desastres ambientales son casos intrigantes y desafiantes en los que el verdadero culpable es difícil de encontrar.
Además de los gobiernos, las grandes empresas también están empezando a darse cuenta de la importancia de predecir y reconocer cualquier operación fraudulenta dentro de la empresa. Como la investigación oportuna puede salvar a millones, los buenos profesionales forenses son más que bienvenidos, por decir lo menos. De hecho, una empresa puede beneficiarse enormemente de un contador forense que esté constantemente empleado por la empresa y trabaje desde dentro, ya que posee una mayor perspicacia en comparación con un profesional externo.
Pero no son las únicas partes importantes que utilizan los servicios de los contadores forenses. Estos expertos también se están convirtiendo en partes comunes de los divorcios de alto perfil. Los cónyuges tienden a ocultar sus bienes para no verse obligados a compartir su riqueza durante el acuerdo judicial.
Por esta razón, se pide a los contables que realicen una investigación exhaustiva y revelen si se mantiene oculta alguna fuente de ingresos. En general, se puede concluir que los delitos de cuello blanco están en aumento. Aunque los asuntos matrimoniales pueden parecer un problema familiar más, ocultar los bienes y los ingresos es un delito grave en su esencia.
Además, la tecnología ha facilitado, sin duda, muchos fraudes. Hoy en día, hay una gran cantidad de formas de ocultar las huellas y evitar las sospechas. Por otro lado, nuevos programas para rastrear comportamientos sospechosos se están desarrollando todo el tiempo, por lo que este es un ciclo sin fin.
Por último, está la última y quizás la más sorprendente razón por la que es tan fácil para los contables forenses encontrar un trabajo. La verdad es que muchos de ellos afirman que poseen el conocimiento, pero no tienen la experiencia o la educación suficiente para tal papel. Ya hemos mencionado la versatilidad de los campos con los que un profesional forense debe tratar. Aunque el trabajo es muy solicitado, hay tantos solicitantes que se presentan falsamente como expertos forenses.
Considerando todas las cosas, podría decirse con certeza que la demanda de contadores forenses sólo va a aumentar aún más. Esperemos que la alta demanda pronto se corresponda con una oferta de alta calidad.