Desafortunadamente, mucha gente encuentra que los únicos desafíos a los que puede responder son la violencia, el juego, sexo desordenado, o drogas. Tales experiencias pueden ser placenteras, pero estos episodios de flujo no agregan un sentimiento de satisfacción y felicidad con el pasar del tiempo. El placer no conduce a la creatividad, sino que pronto deriva en adicción.
El vínculo entre el flujo y la felicidad depende de si la actividad productora de flujo es compleja, si conduce a nuevos desafíos [Me voy por el mundo a transmitir mi ecuación de las finanzas personales] y de esta manera al crecimiento personal y cultural.
El problema para personas con trabajos fijos y rutinarios es que esa necesidad de mayor complejidad en su rutina no se da, o se da de forma inconstante. Algo que puede conducir a estrés y frustraciones.