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Financiación colectiva y contabilidad fiscal

Si bien los préstamos empresariales y las tarjetas de crédito suelen ser una fuente de financiación para las pequeñas empresas, siempre ha habido opciones alternativas para la financiación de las pequeñas empresas. En el pasado, éstas venían tradicionalmente en forma de subvenciones del gobierno y la comunidad, o pequeños préstamos o inversiones de amigos y familiares. Pero el mercado de préstamos alternativos ha explotado en los últimos años, y plataformas como Kickstarter, Indiegogo, GoFundMe y Patreon han surgido para ofrecer a los empresarios y a las pequeñas empresas nuevas oportunidades de acceso a la financiación de sus empresas.

Estas plataformas han hecho posible que personas y empresas pongan en marcha una serie de proyectos creativos, innovadores y únicos, que tal vez nunca hayan sido financiados con métodos tradicionales.

Financiación colectiva y contabilidad fiscal
Financiación colectiva y contabilidad fiscal

Por muy emocionante que sea esto para las pequeñas empresas y las empresas de nueva creación, cuando se trata de las implicaciones legales de cómo se gravan estos fondos de origen público, hay muchas zonas grises. Tanto para los creadores de las campañas, como para sus patrocinadores.

Si bien la mayoría de esos sitios mencionan los impuestos en las condiciones de los servicios en sus páginas web, ninguno de ellos proporciona información definitiva sobre la forma en que deben declararse los ingresos procedentes de la financiación colectiva y los impuestos que deberán pagarse por ello. Por otra parte, Indiegogo señala que las autoridades tributarias pueden clasificar los fondos recaudados en una campaña como ingresos imponibles al propietario o a cualquier beneficiario. Mientras que Kickstarter sugiere que los gastos pueden ser deducibles de los ingresos, y algunas cantidades recaudadas pueden ser consideradas donaciones no gravables, pero no entra en más detalles.

La Dirección de Hacienda del Canadá dictaminó que la financiación en masa, en la que el beneficiario operaba como empresa, era un ingreso imponible en agosto de 2013. Sin embargo, en Estados Unidos el Código de Rentas Internas y las directrices del IRS no abordan el crowdfunding, dejando abiertas las posibilidades de cómo debe ser tratado a efectos fiscales, esto podría significar que la recaudación de fondos para ayudar a alguien a pagar sus facturas médicas resultará en cambios en su elegibilidad para servicios como Medicaid o Seguridad Social. Mientras que en Australia, al igual que en Canadá, las implicaciones fiscales dependen de si el receptor estaba llevando a cabo una empresa o el modelo utilizado para recaudar fondos.  En la mayoría de las circunstancias, lo más seguro es considerar las cantidades recibidas a través de campañas de crowdfunding basadas en recompensas como ingresos imponibles.

También existe un problema de tiempo para los creadores de campañas, ya que a menudo los ingresos que han recibido de las plataformas de financiación colectiva son imponibles en un año, pero los gastos conexos, que por lo general no se realizan hasta después de la finalización de las campañas, no son deducibles hasta el siguiente año fiscal. Esto puede dar lugar a problemas de flujo de efectivo para el creador de la campaña que podrían afectar a su capacidad para completar el proyecto.

Si bien la financiación colectiva es cada vez más común, el apoyo y la orientación fiscal siguen siendo poco claros en muchos puntos. Si un cliente está considerando la posibilidad de utilizar métodos alternativos de préstamo para ayudarle a seguir expandiéndose, o de emprender un nuevo proyecto, entonces aconséjele que redacte un plan fiscal y de aplicación para la campaña de financiación en masa antes de su lanzamiento. O ayúdeles en el proceso de creación de uno, de modo que se puedan abordar todas las posibles cuestiones con antelación.