La Locura de Marzo está aquí. Es la época del año en que empleados, amigos y familiares participan en las quinielas basadas en las parrillas del torneo de baloncesto de la NCAA. Mientras que la mayoría de los grupos se rompen al principio, el torneo tiene una rica historia de trastornos, algunos «brackentologists» clarividentes se van como ganadores.
Pero hay más en la historia. Técnicamente, las piscinas de March Madness son una forma de juego, sujeto a las reglas de impuestos habituales para estas actividades. Por lo tanto, si ganas, debes reportar los ingresos gravables en tu declaración de impuestos federales, aunque a menudo se ignoran. Y esto también puede llevar a complicaciones en el impuesto sobre la renta del estado.

Punto de partida: Las ganancias de las quinielas de la oficina y otras apuestas de March Madness son totalmente gravables, al igual que las apuestas de otros eventos deportivos como el Super Bowl y las Series Mundiales.
Del mismo modo, las apuestas en casinos, hipódromos y otros lugares cuentan como apuestas con fines fiscales, así como los juegos de bingo en la iglesia o el templo local y los billetes de lotería en una tienda de conveniencia. Si estás en esto para ganar y lo haces, debes pagar impuestos.
Si tienes la suerte de ganar 1.200 dólares o más, deberías recibir un formulario W-2G con la cantidad. Al igual que con un W-2 para los salarios, el IRS obtiene su propia copia. Así que si la persona en el siguiente cubículo que dirige la piscina cumple con esta obligación – no es muy probable – estás oficialmente en el anzuelo. Típicamente, las entidades como las organizaciones sin fines de lucro que proporcionan fondos comunes de la NCAA cumplirán con sus responsabilidades de informar.
Por otro lado, puedes deducir las pérdidas de las actividades de juego del año, hasta el monto de tus ganancias. Por ejemplo, si ganas 2.500 dólares en una piscina de la NCAA y luego dejas 2.000 dólares en un casino y pierdes, puedes deducir 2.000 dólares en tu declaración personal de 2018. En efecto, sólo $500 están sujetos a impuestos.
Esta deducción por pérdidas de juego está esencialmente preservada por la nueva ley de impuestos, la Ley de Recortes de Impuestos y Empleos (TCJA), aunque la TCJA elimina o reduce varias otras deducciones detalladas. Por consiguiente, aconseje a sus clientes que mantengan registros detallados de sus actividades de juego. Normalmente, un registro acompañado de cualquier documentación disponible es la mejor prueba que puede tener.
En cuanto a los impuestos estatales sobre la renta, cada estado tiene sus propias reglas. Por ejemplo, si se gana el premio gordo en Las Vegas o en otros seis estados además de Nevada – Alaska, Florida, Dakota del Sur, Texas, Washington y Wyoming – no se debe pagar ningún impuesto estatal sobre la renta. Pero la mayoría de las jurisdicciones imponen impuestos a las ganancias de los juegos de azar, como lo hace el IRS.
Además, en 16 estados – incluyendo los muy poblados de Massachusetts, Michigan, Nueva York y Ohio – no se pueden deducir las pérdidas de las ganancias. Esto crea un golpe de doble impuesto para los jugadores que residen en esos estados.
En resumen: Mantenga a sus clientes informados sobre sus obligaciones y oportunidades fiscales. Un zumbido durante la Locura de Marzo podría tener otros resultados imprevistos.