Sólo admítelo. Vamos… Todos tenemos problemas de gestión del tiempo aquí y allá. Incluso los mejores de nosotros que vivimos según el reloj, y somos adeptos al tiempo, nos caemos del carro en ocasiones. Cuando te preguntan por qué no lograste todas las cosas que querías, ¿dices «no tuve tiempo»? Ayer asistí a un almuerzo en el que el tema era la gestión del tiempo. En este día tan ocupado, ¿quién no busca algunos consejos y trucos para ayudar a administrar y maximizar la mayor cantidad de tiempo en un día?
Todos nos enfrentamos a muchos desafíos a lo largo de nuestros días: correos electrónicos, llamadas telefónicas, reuniones, familia, intereses personales, etc. Hacemos multitareas todos los días, haciendo malabares con las bolas para mantener todo a flote. Pero, ¿mantenemos todas las pelotas en el aire, o dejamos que algunas caigan al borde del camino?

Echa un vistazo a lo que estás haciendo actualmente, y si no funciona, levanta la bandera blanca y ríndete. Esto no indica de ninguna manera la derrota. Simplemente intenta algo diferente. Toma la decisión de cambiar, hazte cargo y entra en acción. ¿Y ahora qué?
Prioriza lo que es importante para ti. ¿No estás seguro? Piensa en lo que valoras… las metas que te gustaría alcanzar… las tareas a completar. Averigua qué es importante y prioriza tu día. La llamada telefónica entrante, por ejemplo, aunque es importante, no es urgente. Reserva un bloque de tiempo para contestar las llamadas telefónicas, revisar los correos electrónicos, etc. Estas tareas nos roban un tiempo precioso. No mantengas tu correo electrónico abierto, minimízalo. Es demasiado tentador hacer clic en cada correo electrónico que llega, y no se hace nada en un día. ¡Ya lo he hecho, ya lo he hecho!
Un buen plan minimiza las dificultades de gestión del tiempo. Programe citas a lo largo del día. Esto es algo que he encontrado útil. Si sé que tengo un día atascado, lo programaré como citas y estableceré una hora de finalización. Esto también funciona los fines de semana, cuando mis hijos quieren ir en diferentes direcciones y sólo hay uno de mí. Simplemente establezco el plan y el horario del día, y me atengo a él. Sin decir que no me he desviado del plan aquí y allá. Creo que me han llamado «fenómeno del tiempo» una o veinte veces. Puedo lidiar con eso. El punto es, tener un plan de ataque en su lugar.
Prioridades… comprobado. Planificar – verificar. El siguiente paso es la ejecución. En última instancia, depende de ti poner esto en su lugar. Nadie puede hacerlo por ti. A veces te desvías del camino, pero es importante volver a él. Nombra a una persona a la que puedas rendir cuentas. Eso te mantendrá en el camino y cuanto más impulso ganes, ¡más adelante a todo vapor!