Cuidado con la palabra «garantía».
La Autoridad Reguladora de la Industria Financiera (FINRA) está advirtiendo a los inversores de una nueva estafa en la que participan estafadores que se hacen pasar por reguladores que proponen una inversión garantizada que en realidad es un plan de pago por adelantado.
«Una estafa común de pago por adelantado busca atraer a los inversores para que envíen dinero para cubrir los gastos administrativos o regulatorios asociados a la recompra de acciones que actualmente son prácticamente sin valor o ‘de bajo rendimiento'», afirma la FINRA en una alerta para inversores. «Una vez que envías dinero, nunca más lo ves – o cualquier dinero prometido de la recompra de acciones – de nuevo».
Las notificaciones a los inversores indican que la FINRA garantiza la inversión.
Los estafadores se han hecho pasar por el director general de FINRA, Robert Cook, y utilizan el nombre y el logotipo de FINRA. El enlace de arriba incluye una carta real que un inversor envió a la FINRA sobre la estafa. Note los numerosos errores ortográficos y las referencias incorrectas, y las palabras «garantía» y «garantía absoluta».
La FINRA, cabe señalar, deja claro que nunca garantiza nada.
Así es como funciona. Los estafadores utilizan listas de accionistas de empresas desaparecidas u otras listas que incluyen información de contacto personal y participaciones financieras. A través de repetidas llamadas telefónicas, los ladrones construyen una relación con el inversionista, y también pueden enviar documentos que parecen ser legítimos. El ladrón se mantiene en contacto con el inversor hasta que se envía el dinero, y entonces pide más dinero o desaparece.
También hay otro tipo de fraude en juego.
Los ladrones se hacen pasar por el presidente y director general de la FINRA y hacen parecer que la FINRA es un gerente financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los correos electrónicos declaran que se ha obtenido la aprobación para la liberación y el pago del fondo de herencia del destinatario.
El ladrón dice entonces que, para reclamar la herencia, el receptor tiene que volar fuera de los Estados Unidos – lo que significa que estará fuera de la jurisdicción de las fuerzas del orden de los Estados Unidos. A los receptores también se les pide información personal, incluyendo una copia de sus pasaportes. Eso, dice FINRA, es una clásica estafa de phishing.
La FINRA también señala que el FMI ha emitido advertencias sobre estas estafas.
Cualquiera que se pregunte si se le ha acercado un estafador puede usar el «medidor de estafas» de la FINRA para tener una mejor idea.