A medida que la web, los dispositivos móviles y un sinnúmero de otras maravillas tecnológicas se integran cada vez más en nuestras vidas, se hace cada vez más difícil concentrarse en un solo elemento. Dondequiera que mires, estás asediado por demandas que compiten por tu tiempo y atención, ordenándote que practiques la multitarea. «Contesta el teléfono». «Haz clic aquí». «Presiona aquí.» «Ábreme». «Enciéndeme». «¡Hazlo todo de una vez!»
¿Alguna vez has intentado trabajar en una presentación mientras navegabas por la web o hablabas por teléfono? No logras mucho, y el tiempo desaparece misteriosamente. Igualmente desafortunado, la multitarea es a menudo promovida como una forma de satisfacer las complejas demandas de nuestra sociedad moderna y lograr más en la misma cantidad de tiempo.

Un pago cuestionable
Especialmente al acercarnos al 18 de abril, muchos contadores se encuentran perpetuamente tratando de hacer muchas cosas a la vez. Sin embargo, intentar hacer muchas cosas simultáneamente puede tener el efecto opuesto: hace que su trabajo sea menos eficiente y contribuye al estrés.
No importa qué analogías o metáforas hayas escuchado, un ser humano no es un ordenador. Los ordenadores pueden realizar múltiples tareas con facilidad; el sistema operativo Windows, por ejemplo, es capaz de ejecutar cualquier número de programas sin sacrificar la precisión o la tranquilidad. Si bien hay algunas tareas de bajo nivel en las que se pueden realizar varias tareas a la vez, como comer y ver la televisión, para los contadores es una idea cuyo momento no debería haber llegado nunca.
Es muy fácil caer en una trampa familiar: «Se espera tanto de mí, que tengo que doblar y triplicar mis actividades». Sin embargo, si intentas realizar varias tareas en casa o en el trabajo, es probable que estropees algo en tu día o semana.
Las investigaciones demuestran que la multitarea rara vez permite a las personas lograr más, si se toma la visión a largo plazo. Un estudio publicado por el Journal of Experimental Psychology: Human Perception and Performance de la Asociación Americana de Psicología, encontró que los efectos de la multitarea pueden ser realmente contraproducentes. El costo fundamental de la multitarea es, irónicamente, la misma cosa que estás desesperado por ahorrar – tiempo.
La multitarea no sólo es ineficaz, sino también potencialmente peligrosa. Concentrarse en una llamada telefónica lejana inevitablemente resta capacidad al conductor para concentrarse en la carretera, poniéndolo en grave riesgo de lesiones. En varios estudios recientes se ha comprobado que el uso del teléfono móvil mientras se conduce aumenta el riesgo de accidentes automovilísticos.
Enfocando la tarea que tenemos entre manos
¿Cómo se supone que vas a encajar en todas tus tareas diarias sin estresarte o frustrarte tanto que no puedas terminar ninguna? La respuesta es: menos es más.
La ciencia ha demostrado que tu cerebro funciona mejor cuando presta una atención aguda en una dirección. Por lo tanto, la clave es centrarse en la tarea que se está llevando a cabo y estar presente en el momento. Suena bastante simple, ¿no? Si dudas de que este es un consejo sensato, entonces puedes hacer una prueba fácil en tu propia oficina.
Considere tres tareas fáciles, como dibujar 20 estrellas en un papel, unir 20 clips y apilar 20 peniques. Luego, organiza una carrera con un amigo o un miembro de la familia. Una persona debe proceder a través de las tareas en forma secuencial, llevando cada tarea a su fin antes de seguir adelante. La otra persona tiene que rotar entre las tres tareas, haciendo tres o cuatro estrellas, dos o tres clips, y luego tres o cuatro peniques.
En igualdad de condiciones, ¿quién va a ganar siempre? La persona que no cambie de tarea con frecuencia será el ganador. No hay mayor eficiencia que centrarse en la tarea que se está realizando y darle toda la concentración. Como un amigo mío lo resume sucintamente: la concentración es mejor que la brillantez.
Sólo una cosa a la vez
Cuando se cancela un vuelo de una aerolínea y la gente se apresura a la mesa de reservas y se apresura a tomar el siguiente avión o alguna otra conexión, ¿el agente de la puerta de embarque trata de recibir a cinco o diez personas a la vez? No. Él o ella mira el ordenador y se ocupa de la reorientación de un cliente en particular, mirando hacia arriba sólo escasamente. Al agente no le molesta una línea de 20 personas porque es claramente práctico proceder a través de ella un cliente a la vez.
Supongamos que el teléfono te interrumpe continuamente cada vez que intentas trabajar en tu PC. No puedes hacer tu mejor trabajo porque cuando el teléfono suena, pierdes la concentración y el enfoque. ¿Cómo puedes manejar esa situación para que ambos trabajos reciban la mejor atención? La clave es un proceso llamado finalización mental.
Cuando el teléfono suena mientras trabajas en tu computadora, en silencio te reconoces a ti mismo pensando, «Me reconozco a mí mismo por haber llegado tan lejos en este proyecto». Luego guarda el trabajo en tu pantalla y gira hacia el teléfono. Presta a la persona que llama tu completa e indivisa atención, toma notas e incluso sonríe en el teléfono. Haz lo que tengas que hacer para tener éxito en esa llamada. Luego, al finalizar la llamada, deja el teléfono, reconoce que lo has manejado y, finalmente, vuelve a tu PC y comienza de nuevo.
El proceso de darse a sí mismo una terminación mental en todas las tareas, o incluso los pensamientos, establece una partición mental. Obtienes más energía, más concentración y más dirección para tu próxima tarea.
Enfoque, para la victoria
Si puedes perfeccionar y refinar continuamente tus poderes de concentración, harás un mejor trabajo y tendrás más tiempo al final del día. Tanto tu productividad como tu tranquilidad mejorarán.
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