Algunos analistas la llaman Industria 4.0, afirmando que es la cuarta Revolución Industrial y que cambiará todos los aspectos de la sociedad. Otros se preocupan por las potenciales desventajas como la seguridad o cómo los trabajadores serán impactados por los nuevos cambios.
Pero no importa el nombre, los últimos años han sido testigos de una explosión de nueva tecnología. El Internet de las cosas (IoT), los grandes datos y la automatización afectarán el funcionamiento de las empresas y la forma en que los contadores públicos certificados hacen su trabajo. Por consiguiente, es fundamental que los contadores observen estas tendencias tecnológicas, comprendan los cambios resultantes y averigüen qué papel pueden desempeñar en la nueva economía que se creará.

El poder de la Internet de las cosas
La gente ha estado hablando de la Internet de las cosas durante años, y ZDNet informó en junio que el gasto en IO alcanzará más de 800 mil millones de dólares en 2017 y 1,4 billones de dólares en 2021. Además, ZDNet también afirma que «la fabricación, el monitoreo de carga y la administración de activos de producción atraerán las mayores inversiones».
En un nivel básico, la Internet de las cosas gira en torno a diferentes dispositivos, dispositivos que nunca antes se habían conectado a la Internet, comunicándose entre sí. El equipo de fabricación puede conectarse y transmitir datos, lo que permite a las empresas responder más rápidamente a las situaciones en desarrollo.
Por ejemplo, una pieza de maquinaria industrial puede transmitir ahora una advertencia de cuándo está a punto de fallar o se acerca al final de su vida útil. Antes, una fábrica tenía que pasar cientos de horas de trabajo revisando la maquinaria, incluyendo su amplificador de señales, para asegurarse de que todo estaba en orden, desperdiciando espacio y dinero almacenando repuestos en caso de que una pieza fallara, o incluso cerrando si esa pieza fallaba repentinamente sin previo aviso. Ahora, una fábrica puede pedir piezas sólo cuando las necesita, eliminando el tiempo de inactividad, ahorrando dinero y haciendo que los fallos de la máquina sean mucho menos frecuentes.
Una cosa clave que hay que señalar en el ejemplo anterior es el papel que desempeñan los datos. La Internet de las cosas y los grandes datos están vinculados entre sí, ya que los dispositivos conectados a la Internet transmitirán constantemente datos a las partes interesadas. Más empresas con más datos significa más análisis y predicción. Una encuesta realizada en 2016 entre los participantes industriales, comunicada por Forbes, mostró que «el 83% espera que los datos tengan un impacto significativo en su toma de decisiones dentro de cinco años», mientras que sólo la mitad está utilizando datos en la actualidad. Los fabricantes podrían incluso vender los datos recibidos de los clientes que utilizan sus productos a otros clientes, estableciendo un mercado de datos y una nueva fuente de ingresos.
La transición hacia la adopción de la Internet de las cosas por parte de los fabricantes llevará tiempo, ya que éstos irán actualizando poco a poco sus equipos y aprenderán a utilizar los datos para tomar decisiones inteligentes. Pero ya sea que venga despacio o rápido, la Industria 4.0 está llegando.
El papel de la CPA
La Internet de las cosas, los grandes datos y la industria 4.0 tendrá importantes efectos para los contadores públicos, tanto directa como indirectamente.
Directamente, los contadores tendrán que prepararse ahora para enfrentarse a un flujo entrante de datos financieros en tiempo real, en lugar de consultar periódicamente a un contable. La auditoría en particular se hará mucho más fácil. Los contadores pueden detectar el fraude financiero más rápidamente, minimizando el daño, y también pueden notar las tendencias financieras y ofrecer más asesoramiento en tiempo real.
Pero sólo los contadores públicos que aprendan a manejar estos grandes flujos de datos en tiempo real podrán aprovecharlos. Por lo tanto, tendrán que aprender el lenguaje de los conceptos de la TI y la IO para construir nuevas estructuras de contabilidad e información. Una vez que esto se haya completado, los contadores podrán entonces ayudar a sus clientes también, proporcionando asesoramiento sobre cómo construir una estructura empresarial que aproveche al máximo la IO.
Proporcionar asesoramiento será la principal vía a través de la cual la Industria 4.0 cambiará indirectamente la profesión de la contabilidad. La automatización y la inteligencia artificial ya están cambiando la industria, de modo que como afirma la Empresa del Futuro, el papel del contador evolucionará desde la presentación de informes y el trabajo de cumplimiento hasta convertirse en «asesores de pequeñas empresas con visión de futuro».
La industria 4.0 amplificará esa tendencia, sobre todo porque muchas empresas no están seguras de cómo abrazar exactamente la IO. La IO tiene riesgos potenciales, como el uso de dispositivos menos protegidos por parte de los hackers para cometer violaciones de datos u otras actividades criminales. Los contadores tendrán que ayudar a sus clientes a analizar las ventajas y los riesgos de utilizar la IO con cualquier dispositivo en particular, obtener el máximo valor de los datos que recopilan y desempeñar un papel de asesoramiento crucial.
La primera Revolución Industrial fue todo acerca del tamaño en quien podía construir las fábricas más grandes, tener la mayor cantidad de maquinaria, y conseguir la mayor cantidad de trabajadores en un solo espacio. La Industria 4.0 será sobre la velocidad. ¿Quién puede obtener datos más rápido y usarlos para tomar buenas decisiones?
Como asesores financieros con conocimientos de tecnología, los contadores públicos tienen un papel crucial que desempeñar para ayudar a las empresas y deben asegurarse de que sus propias empresas no se vean engullidas por la nueva tormenta tecnológica. Todavía hay tiempo para prepararse para la IO, pero no será por mucho tiempo más.