Uno de los mejores momentos de la vida de tu cliente es cuando ellos o sus hijos deciden casarse. Sin embargo, este evento de la vida suele tener un precio muy alto. De hecho, según un informe actualizado de ValuePenguin, el costo promedio de una boda en los EE.UU. varía entre 12.000 dólares (en Mississippi) y 88.000 dólares (en Manhattan). En otras palabras, el gasto puede hacer que su cliente se lleve un pedazo de la billetera.
Como profesional de la contabilidad, puede ayudar a asegurar que la celebración no perjudique el plan financiero de alguien. Le recomiendo que se tome unos minutos con su cliente y le ayude a pasar por este monstruo financiero.
Primero, es clave que determinen qué tipo de celebración está en su presupuesto o hasta qué punto podrán ayudar a sus hijos. Esto también puede presentar un momento ideal para conectarse con el administrador de la riqueza de la familia para ver si este gasto ya estaba planeado. Con suerte, lo estaba, y tienen una cuenta de ahorros separada donde han estado guardando dinero para esta trascendental ocasión. Esto les ayudará a cumplir con sus expectativas deseadas, sin forzarlos a endeudarse ni obstaculizar sus objetivos financieros.
Luego está el asunto de de quién es la boda. Si están ayudando a sus hijos, esperen que sea una conversación más difícil que si hablaran con un cliente que está planeando su propia celebración. Todos queremos ayudar a nuestros hijos y darles lo mejor, pero afrontémoslo: Hay algunos padres que sacrifican su propia estabilidad financiera por el placer de sus hijos.
A la luz de esto, es importante educar a su cliente sobre lo que puede y no puede pagar. En el peor de los casos, haga que su cliente le utilice como el malo/gal y que informe a sus hijos de que sólo tienen una cierta cantidad de recursos financieros, una cantidad específica de dólares, disponibles para contribuir. No son conversaciones fáciles, pero elevarán su relación con la familia y lo verán como uno de sus asesores clave.
Gastar decenas de miles de dólares en una celebración de varias horas puede no ser el mejor uso de los recursos de sus clientes. Es importante que la pareja feliz o los padres e hijos se sienten y esbocen cuáles son las expectativas del costo de la boda y/o lo que contribuirán al evento.
Recientemente, tuvimos un cliente que preguntó si podía hacer una deducción por los gastos que están haciendo por la boda de su hijo. Aunque esto no es una opción, hay formas de hacer el evento memorable sin que su cliente lleve a la familia a la bancarrota.
La clave aquí es tener la conversación. Puede ser una buena idea enviar un correo electrónico a los que conoces que están planeando una boda y buscar programar una pequeña llamada con ellos para discutir su situación.
Otra idea puede ser incluir un artículo sobre el tema en su próximo boletín o en un correo electrónico para animar a los clientes que están considerando casarse o ayudar a sus hijos en su boda a que se pongan en contacto con usted para una breve consulta sobre el tema.
Todo matrimonio debe empezar con el pie derecho, y estar en un agujero financiero no ayuda en nada a una unión.
Este artículo representa la opinión de Mitlin Financial Inc. No debe ser interpretado como que proporciona asesoramiento de inversión, legal y/o fiscal.
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